miércoles, 8 de marzo de 2017

DIOS Y PADRE NUESTRO

Padre Nuestro, que estás en las flores, en el canto de los pájaros, en el corazón latiendo; que estás en la compasión, la caridad, la paciencia y el gesto de perdón.

Que estás en el Cielo, que estás en mí, que estás en ese que yo amo, en ese que me hiere, en aquel que busca la verdad, en las personas que sufren, y también estás en todas las cosas bonitas de la Vida.

Santificado sea tu Nombre por todo lo que es bello, bueno, justo y misericordioso. Por la Alegría y la generosidad de tantas personas buenas.


Venga a nosotros tu Reino de paz y justicia, fe, caridad, luz y amor. Reino de Esperanza y Futuro para los seres humanos.

Hágase tu voluntad, aunque mis ruegos reproducen a
veces más mi orgullo, que mis necesidades reales. Que sepa aceptar tu voluntad sabiendo que me quieres y nos quieres a todas las personas, como un Padre Bueno que eres.

Perdona todas mis ofensas, mis errores, mis faltas. Perdona cuando se vuelve frío, egoísta y soberbio mi corazón.

Perdona, así como yo intento perdonar a aquellos que me ofenden, incluso cuando mi corazón está herido y triste.

No nos dejes caer en las tentaciones de los errores, de los vicios, de la crítica, la destrucción y el egoísmo.

Y líbranos de todo mal, de toda violencia, de todo infortunio, de toda enfermedad. Líbranos de todo dolor, y tristeza, de toda desilusión y actitud negativa. ¡¡¡Amén. Que así sea!!

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